I'm just Trying

Hoy terminaba de almorzar y en un instante que llegó de manera sorpresiva, me pareció retroceder cinco años atrás en mi vida.
No, no fue porque volví a hacerme el test cutáneo en sanidad.
No, no fue porque me acordé de cuando eramos "alianzistas dependientes".
No, no fue porque volví a tener a la calculadora como mi mejor amiga.
Ni tampoco porque recordé viejos tiempos tras recobrar mi espíritu matemático en lo que a Minis PSU se refiere.

Sólo bastó tener la televisión encendida a las tres de la tarde, y ya estaba de vuelta en el 2001.
Y me atrevería a escribir, sin vacilaciones, que no fui la única persona que experimentó eso.
Es que ver en televisión un edificio en llamas en la ciudad de Nueva York, en directo, no puede provocar sentimientos menores a esta altura de los tiempos contemporaneos ( ¿o tecnológicos ya?).

Todo se repetía de nuevo y ni las alertas multicolores lograron impedirlo. Y los habitantes de la ciudad que nunca duerme parecían, a ojos de terceros, tener un karma mayor que el del pueblo judío.
¿Se imaginan?, vivir en una ciudad en donde en cualquier minuto te cae un avión en la cabeza.
Y por más que a fin de cuentas todo haya sido culpa de un jugador de los Yankees, el susto pasado por esa gente, definitivamente, no se lo envidio. Les puedo envidiar sus rascacielos, su cosmopolita vida, su cultura archie, su sincretismo cultural, su quinta avenida, su todo, menos su filosofía "tarea del día: mira hacia el cielo y arranca del avión".

Si Darren Star así lo hubiese querido, quizás podríamos saber la opinión de Carrie sobre todo esto, pero hasta el momento la quinta chica parece seguir en pie.

Etiquetas: Contingencia Internacional