miércoles, octubre 17, 2007
post virtual real, inventado, egocentrista y demases
Las exposiciones orales son una rara experiencia adrenalínica (más rara que aquella que pretende hacerme leer más de dos capítulos del Leviatán por ocio...¿o nota?). En mi caso, nunca he podido pronunciar de manera exacta o casi exacta mi texto tal cual lo redacté, siempre se me va un párrafo no sé si por la mala preparación (o sea no memorizarme frente al espejo y durante 8 horas la bendita hoja) o los nervios de hablar ante un grupo de gente que lo único que quiere es una cama pero que igual me mira con cara de algo que aún no descifro qué es. Aún así siempre tengo la impresión de que salgo del paso de manera bien digna, pero me pesa el darme cuenta que se me fueron cosas relevantes que ya no lo son.
Hoy me enfrenté a un nuevo personaje del manual de experiencias "disertacionales": la falta de tiempo. Nunca me ha gustado hablar tanto en una exposición, por lo general suelo hacerlas lo más concisas posibles; pero la de hoy era distinta, era una de 45 minutos, en los cuales cada uno de los siete individuos que conformabamos ese grupo debíamos modular durante 6 minutos. No recuerdo haber hablado tanto tiempo (y sigo sin recordarlo, en todo caso), pero me mentalicé para aquel monólogo sobre un tema súper piteado y que no me apasiona en lo más mínimo [la virtualidad real, por si no me tiene en messenger y nunca se enteró].
Con el cambio de casa (y la pérdida del espacio vital del segundo piso) mi lugar de estudio no sólo fue la petiza "pieza de estudio", sino que el auto y la caminata mañanera paseando a la mascota ayudaron en tan noble causa que definió Internet, diferenció el Realismo Virtual con la Virtualidad Real y el discurso súper loco de la narativa en los blogs, el hito de Second Life y, once again, Castells.
Pero aún así, no rompí ningún récord personal. No sé si por obra de algún monólogo humano mayor o por el accionar de YouTube, el caso es que me tocó cerrar con sólo cinco minutos de tiempo y hablando ultra rápido todo lo que en ese momento recordaba estaba escrito en esas dos hojas de "nerderías". Lo más raro: hasta el momento no me acuerdo de nada que haya quedado en el tintero. Puede que no recuerde porque tengo mi cabeza recién saliendo del monopolio que significa inventar un extranjero que lleve más de un año en Chile y que a la vez no cumpla con el requisito constitucional de residencia para pedir nuestra ciudadanía, y su respectiva historia. Damn you, Introducción a la Narración.
Y sería con el "Monólogo de las Quejas Académicas". Sólo me queda copiar y pegar el mejor video (el monólogo inicial también lo sería si no fuera por la laguna mental de Sambora) que he encontrado del capítulo de SNL que tuvo como host a Jon Bon Jovi (y continuan las cosas inverosímiles, señoras y señores. Era mi petición secreta a los 13 años, pero el realismo de los 18 me hizo pensar que nunca ocurriría y, voilà... no me dejo de sorprender este año de las vueltas de la vida). Obviamente si no le gusta Bon Jovi, le importará una minimolécula el video, pero aún así es gracioso. Más de alguien se debe haber preguntado lo mismo alguna vez, más de alguno ha de haber pensado en que así fue: yo, múltiples veces ambas y aún no lo entiendo. Aun así el video es "so hilarious" como diría mi casi inexistente fuente que si no fuera porque la denominé como el alter ego de mi tía gringa -cuyo gran pecado para este trabajo fue no haber nacido fuera de Chile- existiría.
Hoy me enfrenté a un nuevo personaje del manual de experiencias "disertacionales": la falta de tiempo. Nunca me ha gustado hablar tanto en una exposición, por lo general suelo hacerlas lo más concisas posibles; pero la de hoy era distinta, era una de 45 minutos, en los cuales cada uno de los siete individuos que conformabamos ese grupo debíamos modular durante 6 minutos. No recuerdo haber hablado tanto tiempo (y sigo sin recordarlo, en todo caso), pero me mentalicé para aquel monólogo sobre un tema súper piteado y que no me apasiona en lo más mínimo [la virtualidad real, por si no me tiene en messenger y nunca se enteró].
Con el cambio de casa (y la pérdida del espacio vital del segundo piso) mi lugar de estudio no sólo fue la petiza "pieza de estudio", sino que el auto y la caminata mañanera paseando a la mascota ayudaron en tan noble causa que definió Internet, diferenció el Realismo Virtual con la Virtualidad Real y el discurso súper loco de la narativa en los blogs, el hito de Second Life y, once again, Castells.
Pero aún así, no rompí ningún récord personal. No sé si por obra de algún monólogo humano mayor o por el accionar de YouTube, el caso es que me tocó cerrar con sólo cinco minutos de tiempo y hablando ultra rápido todo lo que en ese momento recordaba estaba escrito en esas dos hojas de "nerderías". Lo más raro: hasta el momento no me acuerdo de nada que haya quedado en el tintero. Puede que no recuerde porque tengo mi cabeza recién saliendo del monopolio que significa inventar un extranjero que lleve más de un año en Chile y que a la vez no cumpla con el requisito constitucional de residencia para pedir nuestra ciudadanía, y su respectiva historia. Damn you, Introducción a la Narración.
Y sería con el "Monólogo de las Quejas Académicas". Sólo me queda copiar y pegar el mejor video (el monólogo inicial también lo sería si no fuera por la laguna mental de Sambora) que he encontrado del capítulo de SNL que tuvo como host a Jon Bon Jovi (y continuan las cosas inverosímiles, señoras y señores. Era mi petición secreta a los 13 años, pero el realismo de los 18 me hizo pensar que nunca ocurriría y, voilà... no me dejo de sorprender este año de las vueltas de la vida). Obviamente si no le gusta Bon Jovi, le importará una minimolécula el video, pero aún así es gracioso. Más de alguien se debe haber preguntado lo mismo alguna vez, más de alguno ha de haber pensado en que así fue: yo, múltiples veces ambas y aún no lo entiendo. Aun así el video es "so hilarious" como diría mi casi inexistente fuente que si no fuera porque la denominé como el alter ego de mi tía gringa -cuyo gran pecado para este trabajo fue no haber nacido fuera de Chile- existiría.
posted by Jaci at 10:37 p. m., |
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