lunes, junio 26, 2006

Parque Arauco (definitivamente) mucho más que comprar.

Lunes 26 de Junio de 2006, la actividad en mi casa comenzó temprano ya que teníamos planeado salir a cambiar el regalo de cumpleaños de mi papá (el hecho de que le hubiésemos comprado una talla menos hubiese pasado prácticamente desapercibido si no fuese por la idea de mi mamá de que se probase la chaqueta (mala idea!) ...le quedaba chica. Resultado, iríamos "mañana" (o sea hoy) a cambiársela.

Abandonamos el "pacífico" barrio de Independencia (cuya tranquilidad es rota sólo por los flytes que la habitan y se les ocurre pelear a las 3 am) para dirigirnos a la concurrida comuna de Las Condes, específicamente al Parque Arauco.

Eran cerca de las 12 del día cuando llegamos, quienes me conocen saben perfectamente que el "paseo" no me era desagradable, sino al contrario. Llegaba yo, con todas las actividades que haría mientras mi mamá le cambiaba el regalo a mi papá, todas esquemáticamente ordenadas en mi cabeza.
Acordamos; ellos bajar al primer nivel de Falabella a efectuar el cambio; y yo iría a vitrinear por ahí (remítase a: sección joven falabella, zapaterías y demases tiendas juveniles del centro comercia)l. Tenía ganas de ver unas botas, así que salí de Falabella y bajé al primer nivel por la escalera de mármol gigante que hay ahí cerca, tras ver la vitrina de la zapatería y ver las dichosas botas, me dirigí a la escalera mecánica en busca de Puma, grande fue mi sorpresa ya en el segundo nivel, cuando vi que dicha tienda estaba en el primero, así que volví a bajar. Nada me gustó, así que salí con la intención de tomar nuevamente la escalera mecánica e ir a Foster o BB2. Con toda tranquilidad (como la de cualquier mortal consumista en un mall ABC1) iba camino a las escaleras cuando veo a un guardia correr en mi mismo sentido (ahí ya empiezas a pensar que algo raro está pasando, pero la mente consumista igual te permite seguir caminando en busca de tu destino). Pensé en cualquier cosa (la de un posible asalto cobraba menos fuerza, pues nada más alteraba el orden de las cosas), así que seguí mi ruta. Pero luego las carreras de individuos de seguiridad se fueron incrementando y comenzaron a aparecer los primeros llantos de lactantes ("ya aquí está quedando la cagá"- pensé). Sin embargo, fueron las caras desfiguradas de las señoras del sector oriente, las que me asustaron de verdad, miedo que aumentó tras oír un balazo ("chucha, asalto"- pensé... ¡no había nada más por pensar poh, weona!). Acto seguido, me detuve y el gentío antecesor a mi persona empezó a retroceder. Sin entender nada y con una sensación nerviosa aterrorizante, me acerqué a una vieja cuica que había retrocedido junto con el tumulto y que le contaba su versión a unas vendedoras (porque yo quería saber bien qué mierda estaba ocurriendo, me sentía más confundida que cuando estaba rindiendo una de esas pruebas inentendibles del nivel uno de matemáticas). Alteradísima le pregunté qué estaba pasando y alcancé a oír un "no sé cómo me arranqué del balazo". Mas su relato no logró terminar de asustarme como lo hicieron el lote de guardias que pasaron corriendo, pero por sobre todo, la sensación experimentada el momento en que miré la escalera (me refiero a esa escalera de mármol que no corresponde a la anteriormente narrada, hablo de la que está junto al stand de Savory, hacia Cerro Colorado). Vuelvo al punto, vi la escalera y 3 individuos encapuchados la bajaban corriendo, ahí el pánico se apoderó tanto de mí como de la muchedumbre y solo atiné a ingresar corriendo a la primera tienda que se cruzó ante mis ojos. Le pedí a una de las tipas que se aprontaba a cerrarla que me permitiese entrar a lo cual accedió dentro del nerviosismo reinante.
Habían dos mujeres en su interior, una mayor que la otra, ambas vendedoras. La señora mayor (ni tanto) me llevó a un espacio oculto tras la caja, no era en la misma caja, sino más al fondo... da lo mismo, para el caso!. Nos ocultamos allá mientras, deseperadamente llamaba a la más joven, que tercamente trataba de cerrar el local. Hasta que lo cerró, y se ocultó junto con nosotras. Balazos iban y venían, guardias corrían e imagino, delincuentes también. No mire mucho. Mi preocupación en ese instante era una sola, tratar de localizar a mis papás. Mi bendito Entel Pcs estaba cargado y tenía bastante señal, sin embargo marcaba ocupado. Ahí mi nerviosismo no reconoció límites y me desesperé (detalle importante, sin llanto); "te están llamando"- trataba de calmarme la mayor de las mujeres. 3 intentos fallidos al Movistar de mi papá, hasta que al fin me contestó. Por su voz, algo de raciocinio, me hizo pensar que hasta el momento desconocía lo sucedido (claro, en la burbuja Falabella). Le dije, o mejor dicho le grité asustádamente lo que estaba sucediendo, que estaban asaltando el mall, que yo estaba en una tienda con una señora (que al mismo tiempo me trataba de tranquilizar, mientras me decía el nombre de la tienda que nunca entendí, hasta ahora cuando la busqué en internet, "Dagorret"). Me dijo que iba a buscarme (¡la idea del año!). "¡¿Estás loco?!, si el asalto es afuera, en los pasillos"- atiné a decir. Así que le pedí que se quedasen allí, en Falabella, justo cuando me comentaba que habían bajado la cortina ante el caos reinante. Fin de la comunicación y ahí estaba yo, encerrada en una tienda, con mujeres nerviosas al igual que yo (aunque, parece que yo en mayor grado), una tratando de comunicarse con su familia, otra viendo si algo ocurría. Hasta que la situación comenzó a normalizarse y avisaron que se podían reabrir las tiendas. Ahí fue cuando vi lotes de gente salir de locales que comenzaban a levantar sus cortinas o abrir sus puertas,una mujer se levantaba del suelo para atender el stand que estaba ubicado en el centro del pasillo, y en menos de 30 segundos todo volvía a la normalidad, la gente volvía a caminar y a detenerse ante cada vitrina que le pareciese interesante, incluso una señora entró a ver ropa a la tienda en la que yo había estado los últimos 5 minutos. En eso me llama mi papá y acordamos juntarnos en Falabella.
Salí del local, no sin antes despedirme y agradecer a las vendedoras de aquel (una aún seguía preocupada por mi estado nervioso, pero le dije que estaba bien).
Subí al segundo nivel, esta vez con destino distinto, pensando que sería el segundo piso de Falabella el lugar de encuentro. Voy acercandome a la entrada de la multitienda cuando veo el lugar de los hechos. Se trataba de la joyería (era que no!) que está a la entrada del Parque Arauco ("Casa Barros"). Usted en su televisor vio cartón en vez de vidrios, pues yo vi los vidrios rotos y trizados, también vi a una multitud que los veía mientras con sus celulares tomaba fotografías. (Yo hubiese hecho lo mismo si es que mi cabeza hubiese estado más ociosa y no hubiese estado tan desesperada por salir de ese lugar).
Acto seguido, me reuní con mis padres (en el 1º nivel) y como ellos no fueron los que presenciaron todo el alboroto, decidieron tomarse un café (yo me tomé un jugo de la manera más rápida jamás vista y sin comer absolutamente nada en un lugar donde los dulces ricos abundan) y seguir comprando (por primera vez en la historia, el ánimo compulsivo no provenía de mi persona, cabe recordar que la experiencia extrema vivida me quitó toda gana por reventar la billetera).
Por Falabella se paseaban ambas fuerzas de orden con sus respectivos uniformes de trabajo. Y al abandonar el afectado centro comercial divisamos vehículos de Carabineros como de Investigaciones, como también del Canal del Angelito y del de Piñera. También se paseaba por allí, Javier Echeverry (ex-ministro de Transporte y Telecomunicaciones, el que se fue por culpa del bochorno del Puente Loncomilla, al que Lorenzini acusó de corrupto) cosa que mi papá y yo aprovechamos para quejarnos de la actual seguridad nacional, mi papá se explayó (cómo no!) en contra de las autoridades de gobierno con un "para que vayas conociendo a quiénes nos gobiernan".

Poco después de las 1.30 pm, nos retiramos del lugar. Tras llegar a casa, vimos cuanto despacho en directo se hizo desde Parque Arauco, contrario a lo que dicen los medios, cálcule que como a las 12.10 pm se había efectuado el atraco (ya que el celular de mi papá registraba una llamada perdida a las 12:14... una! de tres!... en serio, Entel Pcs, mejor señal). Diarios electrónicos y noticieros me hicieron saber que 4 o 5 (unos dicen 4, otros 5) individuos trataron de robar la joyería ya mencionada (con unos objetos de construcción romperon las vitrinas, hueones!) pero un carabinero de civil que estaba en el lugar junto a su familia, frustró la acción de los antisociales. Atraparon a dos (uno herido, que dicen, ya ha muerto), y el resto huyó (en un auto robado y luego abandonado,leí). Actuaron encapuchados (tal como dije haberlos visto bajar) y no resultó herido ningún cliente, afortunadamente.


No es necesario recalcar que mi súper experiencia extrema, se une a las tantas que hemos visto, oído y leído en los medios de comunicación... Alguien que le avise al gobierno, y sobre todo, a la señora Justicia Chilena que esto no es factor de orgullo, por favor.

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posted by Jaci at 4:26 p. m., |

1 Comments:

  At 1:08 a. m. Anonymous Anónimo said:
actualización:
* eran 4 individuos
* atraparon a uno, que después se murió. (wn,si no está cardíacamente preparado para ir a dárselas de asaltante armado a un lugar en donde hay un retén móvil a la salida... no vaya a ser el loco, ¿ya?. Mejor búsquese un trabajo, y dejé de extorsionar la propiedad privada)